A continuación, te dejo una guía breve y rápida sobre qué debes hacer cuando recibes un diagnóstico de demencia (Alzheimer u otra).
Cuando recibimos un diagnóstico de demencia (Alzheimer u otra), suele ser abrumador tanto para la persona afectada como para sus allegadas. En este estado de «shock» y sin previa experiencia con el tema, nos encontramos perdidos/as y no sabemos a quién acudir ni qué gestiones debemos realizar.
1) Informar a tu médico de cabecera. Esto es conveniente para que tu médico pueda hacerte un seguimiento correcto, actualizar tu pauta médica (si precisa) y derivarte a los profesionales correspondientes.
2) En caso de que el médico de cabecera no te derive a profesionales especializados, es recomendable localizar y contactar con los siguientes profesionales:
- Geriatra: Es el/la profesional de la medicina especializado/a en envejecimiento, por lo tanto, la persona más indicada para realizar un seguimiento y evolución de la enfermedad, junto con los siguientes profesionales:
- Psicogerontólogo/a: Es el/la profesional de la psicología especializado/a en envejecimiento. Podrá asesorarte y ayudarte mediante:
- Información y seguimiento de la enfermedad (psicoeducación, evaluación).
- Asesoramiento, pautas de actuación: Evaluación e intervención sobre las afectaciones socio-afectivas, cognitivas y conductuales.
- Apoyo emocional: Tanto a la persona afectada como a sus allegados y/o cuidadores/as principales.
- Trabajador/a social: Debe buscarse el/la profesional referente que corresponda según el domicilio de residencia de la persona afectada. En una ciudad, los centros de servicios sociales, habitualmente, se distribuyen por distritos (uno en cada distrito); en los pueblos, suele ser existir un único centro.
Se encargará de informar sobre los siguientes aspectos:- Trámites y gestiones a realizar (solicitud de la dependencia, discapacidad, bonificaciones/deducciones y otras prestaciones).
- Recursos de la zona para personas afectadas de demencia y sus cuidadores/as.
- Documento de voluntades anticipadas: Es un documento importante, que promueve el principio ético y legal de la autonomía de la persona a la hora de tomar decisiones relativas a su salud, sobre todo cuando ya no pueda decidir por sí misma.
3) Informar a las personas allegadas (familiares, amigos, vecinos). Esto es conveniente para que tu entorno entienda ciertas dificultades con las que puedes encontrarte en tu día a día, y consecuentemente, puedan ayudarte y proporcionarte el apoyo necesario.
4) Procesar el diagnóstico: Una demencia puede ser una enfermedad muy larga, en la cual deberás ir adaptándote constantemente a nuevas situaciones. Cada una de las pérdidas (autonomía, cognitivas u otras) conllevará el tránsito por un duelo que es un proceso natural, necesario y que no debemos forzar a superar de forma inmediata. Tus allegados también pasarán por este, junto a ti. Es importante contar con el apoyo social y emocional necesario, por ejemplo, compartiendo tus sentimientos y pensamientos con las personas allegadas, formando parte de un grupo de apoyo emocional o de ayuda mutua y/o consultando con un/a profesional de la psicogerontología.
A modo resumen, estos serían los primeros pasos a realizar y a tener en cuenta. Sin embargo, a medida que se vayan gestionando, irán surgiendo nuevas tareas y nuevas incertidumbres, pero estas podrán ser atendidas correctamente por cada uno de los/as profesionales expuestos anteriormente.
Es muy importante contar con una buena red social de apoyo y ayuda, tanto profesional como familiar.
Si necesitas ayuda en este tema u otros aspectos relacionados con la etapa de envejecimiento y/o la atención/cuidado de las personas adultas mayores, recuerda que estamos a tu disposición mediante nuestro IG @seniorcoach_spain.